“y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.
Juan 8:32 (NBLA)

“Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado”
Colosenses 1:13 (NBLA)

“Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados; sólo que no usen la libertad como pretexto para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros”.
Gálatas 5:13 (NBLA)

“Porque el que fue llamado por el Señor siendo esclavo, hombre libre es del Señor. De la misma manera, el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.”
1 Corintios 7:22 (NBLA)

Hoy más que nunca entendemos que hay pocas cosas tan destructivas como la esclavitud. Desde Génesis, en el relato de la creación, podemos ver que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, con autoridad y libertad sobre nuestras vidas y la creación. Tristemente, como seres humanos, desde Adán y Eva usamos esa libertad para escoger el camino incorrecto y rendimos nuestra autoridad y libertad a un sin fin de deseos y patrones autodestructivos. Mientras buscábamos la independencia nos volvimos sirvientes de nuestro ego y del temor.

Pero ¡gracias a Dios por Jesús, que vino desde el cielo, rindiendo sus privilegios y usando su autoridad para liberarnos! En la cruz, Jesús voluntariamente fue privado de su libertad, fue tratado como esclavo para que tú y yo pudiéramos encontrar plenitud en él. Ahora, al exponernos a la verdad de las buenas noticias, ¡somos hechos libres!

La pregunta es: ¿libres para qué? Para ser y hacer eso para lo que fuimos creados desde el principio. En Jesús encontramos, no solo la libertad, sino la capacidad de reflejar a Dios en la tierra. Somos libres del temor para mostrar su amor y compartirlo a todos los que nos rodean.

¿Te has dejado dominar por el temor? ¿Por tu ego? ¿Por las mentiras del enemigo
que te quieren hacer creer que sigues atado? Es tiempo de escuchar al que es la Verdad, a quien te dio su Espíritu de poder, libertad, amor y dominio propio. A medida que entendemos que somos amados por Jesús, compartimos su amor a los demás y entramos en la vida libre que él tiene para cada uno de nosotros.

? Oración:
Señor Jesús, ayúdame a conocerte más y reconocerte siempre como la verdad que guía mi vida para ser completamente libre. Que pueda dejar atrás las cadenas del temor. Que mi vida florezca en la libertad que compraste para mí en la cruz. Ayúdame a caminar y descubrir más y más la vida libre, grande y expansiva que tú me regalaste. Amén.