¿Qué es la ofrenda de Corazón por la Misión?
Nuestra ofrenda Corazón por la Misión es una ofrenda anual que va más allá de nuestros diezmos y ofrendas. Al comenzar una nueva temporada, esperamos seguir invirtiendo en la misión de nuestra iglesia. Este año, impulsaremos la construcción y expansión de nuestras sedes en todo el continente y apoyaremos iniciativas de impacto social en todo el mundo.
Alineando nuestra generosidad con los pilares de nuestra misión


Pilares 1 y 2 de la Misión
Este Pilar de la Misión no solo busca guiar a las personas a conocer a Jesús, sino también ayudarlas a comprender y caminar con confianza en el propósito que Dios les ha dado. Ya sea que alguien sea nuevo en la fe o lleve décadas en este camino, animamos a todos en nuestra iglesia a dar otro paso de fe. El objetivo no es solo información, sino transformación. El resultado es una comunidad creciente de seguidores de Jesús, firmes en las disciplinas espirituales, que viven su fe con claridad, convicción y valentía en todos los ámbitos de la vida.
Este Pilar de la Misión se centra en construir expresiones locales sólidas, auténticas y vibrantes. Una iglesia saludable no se trata solo de las reuniones de domingo, sino de las relaciones, el apoyo, la vitalidad espiritual y el sentido de pertenencia que se desarrollan a lo largo de la semana. Desde las grandes ciudades hasta los pueblos pequeños, la visión es fomentar comunidades conectadas donde las personas sean conocidas, atendidas y empoderadas para vivir plenamente su fe.

Pilar 3 de la Misión
En el corazón de este pilar se encuentra la convicción de que la iglesia existe no solo para quienes viven en un edificio, sino para el bien del mundo que nos rodea. El impacto social implica satisfacer necesidades reales — locales, nacionales y globales — mediante colaboraciones intencionales y actos prácticos de amor, tanto para las generaciones presentes como para las futuras.
Formas de Contribuir
Nos reuniremos como iglesia para orar y traer la ofrenda Corazón por la Misión el día 30 de noviembre del 2025.
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Presencial
Puedes contribuir utilizando los sobres de Corazón por la Misión participando en nuestras reuniones presenciales.
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Transferencia
Cuenta CPLM MACRO
Razón social: Hillsong Canción De La Colina.
Cta: 393003695032100
CBU : 2850930730036950321000
Cuit: 30715566725
Alias: HILLSONGCPLM
Cuenta CPLM Dólares MACRO
Razón social: Hillsong Canción De La Colina.
Cta: 293003695032601
CBU : 2850930720036950326015
Cuit: 30715566725
Alias: HILLSONGCPLMUSD
Corazón por la Misión se trata de incluir a todos, de entender que somos parte de algo más grande que nosotros mismos y que, juntos, podemos edificar lo que Dios soñó para nuestra iglesia en América Latina. Por eso, nos alegra que quieras ser parte de este ayuno. Esta es una hermosa oportunidad para que, juntos, pongamos nuestro enfoque y corazón en una sola misión.
Es importante entender que no ayunamos por obligación, ni para cumplir un ritual religioso, mucho menos para intentar "doblarle el brazo a Dios" buscando un beneficio personal. Al igual que Corazón por la Misión, el ayuno es una ofrenda sacrificial, un tiempo en el que entregamos a Dios algo importante para nosotros, con el deseo de enfocarnos en lo que Él puede hacer en nosotros y a través de nosotros.
A continuación, te ofrecemos una guía que puede ayudarte en este ayuno parcial de 21 días, basado en el ayuno de Daniel según la Biblia:
(Alimentos simples y naturales)
(Comidas sabrosas y procesadas)
Antes de comenzar, tené claro por qué estás ayunando: búsqueda de dirección, intercesión, arrepentimiento, fortalecimiento espiritual, etc. (Isaías 58:6).
Entrega el tiempo de ayuno a Dios en oración, pidiendo fuerzas y dirección del Espíritu Santo. Acordá con Él el tiempo, la forma y las "reglas" de tu ayuno.
Si nunca has ayunado, no intentes un ayuno total y prolongado desde el inicio. Puedes comenzar con algunas horas, un tipo de alimento (como Daniel), o eliminar una comida del día.
En los días previos, evita comidas pesadas, azucaradas, grasosas o procesadas. Elige comidas ligeras con frutas, verduras y granos integrales. Esto ayuda a entrar en el ayuno sin incomodidad.
En lo posible, retira de tu entorno los alimentos que no estarán incluidos en tu ayuno.
Si el ayuno es más restrictivo, prepara tus comidas con tiempo. Puede ser útil si tienes poco tiempo o debes llevar comida al trabajo.
Bebe mucha agua. Esto ayuda al cuerpo a resistir y mantiene claridad mental.
Sustituye el tiempo de comer por lectura bíblica, meditación y oración. Alimenta tu espíritu en lugar del cuerpo. Desconectate de redes sociales, televisión y exceso de actividades. El foco es buscar Su presencia.
Al finalizar, no comas en exceso. Regresa gradualmente con alimentos ligeros para no dañar tu cuerpo.
Si sientes mareo fuerte, desmayo, sudor frío o palpitaciones, interrumpe el ayuno. Recuerda: Dios se agrada de la obediencia, no del sacrificio que perjudica.