“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor”.
Lucas 4:18-19 NTV
“El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado”.
Salmo 34:18 NTV
“Dios bendice a los que lloran, porque serán consolados”.
Mateo 5:4 NTV
“Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran”.
Romanos 12:15 NTV
¿Has recibido alguna vez el cuidado de Dios a través de personas o de un grupo de personas, en un momento difícil de tu vida? Es impresionante cómo Dios se hace presente de manera especial en estos momentos.
Recuerdo una visita que hicimos a una familia que tenía a uno de sus hijos en el hospital en una situación extremadamente delicada. Fue hermoso ver cómo Dios nos usó para animar, fortalecer y generar fe para un milagro en el corazón de cada miembro de esa familia. La presencia de Dios era tangible en ese lugar.
El Espíritu que estaba sobre Jesús para proclamar la buena nueva, declarar la libertad a los cautivos, la sanidad sobre los enfermos, está sobre nosotros, la iglesia, hoy. Hemos sido llamados a consolar, llevar esperanza y sanar a los que sufren. El corazón de Dios se inclina de manera especial cuando nos comprometemos a sembrar en los que sufren y su obra se hace evidente a través de nuestras vidas.
En el mundo en el que vivimos, todos los días tenemos oportunidades de ofrecer atención y amor a quienes nos rodean.
Oración: Padre, gracias por las oportunidades que se nos presentan para marcar una diferencia en la vida de las personas. Anhelamos que encuentres en nosotros corazones dispuestos y preparados para hacer tu voluntad. Amén.