“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”.
Mateo 11:28 NVI
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.
Filipenses 4:6-7 NTV
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”.
1 Pedro 5:7 NTV
“Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación”.
Salmo 62:1 NVI
“El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce”.
Salmos 23:1-2 NVI
Hay dos tipos de cansancio. Uno que requiere descanso y uno que requiere paz.
No somos débiles por necesitar descansar. En Mateo 11:28 Jesús dice que todo el que se siente cansado y agobiado vaya a él y él les dará descanso. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué hacemos más de lo que no funciona que de lo que sí? Jesús nos dice que vayamos hacia él pero muchas veces corremos en dirección opuesta.
Si no encontramos descanso para nuestro cuerpo y alma, será difícil disfrutar la vida que Dios nos dio y sus bendiciones. Pero podemos entregarle a Jesús nuestras cargas y experimentar un descanso más profundo. Sin embargo, se necesita una entrega total de mente, corazón y voluntad, solo que es algo que tenemos que aprender a hacer, porque él jamás va obligarnos.
Muchas barreras para descansar comienzan en nuestra mente. Los pensamientos de enojo, miedo o ansiedad pueden impedir nuestro descanso. Pero la Biblia dice que si en vez de preocuparnos le decimos a Dios lo que necesitamos, siendo agradecidos, disfrutaremos de su paz y esta a su vez cuidará nuestro corazón y mente.
En resumen, todos necesitamos aprender a entregar nuestras cargas a Jesús y entrar en el descanso de Dios. Si sientes que estás sin salida o que tu alma está inquieta y necesitando descanso, quizás lo mejor que puedas hacer hoy es aquietarte en oración y en la presencia de Dios. Entrégale tu situación, tus pensamientos, preocupaciones, dolores; y cree que dejando todo esto en manos de Dios, dándole las gracias por lo que ya ha hecho, vas a poder realmente descansar.
Oración: Jesús, gracias por tu amor, gracias por llevar mis cargas, y ofrecerme descanso a cambio. Ayúdame a aprender a confiar en ti y en tu cuidado. Te entrego mi situación, mis pensamientos y mis preocupaciones para que tomes el control de cada área. Renueva mis pensamientos y mis fuerzas. Amén.
Nov 7 2022
