Muchos se han referido a las enseñanzas de Jesús como “el reino del revés”. En los pasajes bíblicos, podemos ver que Jesús, en numerosas ocasiones, enseñó que edificamos algo duradero y trascendente cuando hacemos lo opuesto a nuestro instinto natural. Esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿Cómo vivimosuna vida empoderada y llena de propósito?
Nuestro instinto podría decirnos que el camino es alcanzando la mayor influencia, autoridad, recursos y bienestar. Pero al observar el camino de Jesús, nos encontramos con una respuesta que es mucho más sencilla, pero profunda a la vez: ¡Encontramos propósito al empoderar a otros!
Me encanta la definición de la palabra “empoderar”, significa hacer a alguien más fuerte y darle mayor seguridad sobre sí mismo. ¿Cómo se sienten las personas al tener una conversación contigo? ¿Se sienten capaces y animadas, o sienten que sus debilidades importan más que sus virtudes?
El corazón de su casa es empoderar a todas las personas para que puedan liderar e impactar en cada ámbito de la vida. Pero más allá de lo personal, es nuestra responsabilidad empoderar a la iglesia local y su causa, debemos animarla a que sea todo lo que Dios la ha llamado a ser. Es en la iglesia local donde los perdidos llegan a casa, donde las personas florecen, las vidas son transformadas y el nombre de Jesús es levantado.
La iglesia local es la esperanza del mundo, y nosotros, como parte del cuerpo de Jesús, tenemos una responsabilidad. Cuidemos a quienes Dios puso a nuestro alrededor.
¡No te canses nunca de ver potencial en los demás! Sé el tipo de persona que cree en ellos, aun más que ellos mismos.