Una iglesia saludable que cambia vidas a través de Cristo.
Misión:
Edificando comunidades saludables en la iglesia.
Creando un impacto social significativo y sostenible.
Desarrollando seguidores de Jesús llenos de propósito.
Nuestra declaración de fe
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios. Es precisa, tiene autoridad y es aplicable a nuestra vida diaria.
Creemos en un Dios eterno que es el Creador de todas las cosas. Existe en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Él es completamente amoroso y totalmente santo.
Creemos que el pecado nos ha separado a cada uno de Dios y de su propósito para nuestras vidas.
Creemos que el Señor Jesucristo, como Dios y como hombre, es el único que puede reconciliarnos con Dios. Vivió una vida ejemplar y sin pecado, murió en la cruz en nuestro lugar y resucitó para demostrar su victoria y empoderarnos para la vida.
Creemos que para recibir el perdón y ser “nacidos de nuevo” debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer en el Señor Jesucristo y someternos a su voluntad para nuestra vida.
Creemos que para vivir la vida santa y fructífera que Dios quiere para nosotros debemos ser bautizados en agua y ser llenos del poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos capacita para usar los dones espirituales, incluido el hablar en lenguas.
Creemos en el poder y la importancia de la Iglesia y la necesidad de los creyentes de reunirse regularmente para tener comunión unos con otros, para orar y tomar juntos la Santa Cena.
Creemos que Dios nos ha capacitado individualmente para poder cumplir con éxito el propósito de nuestras vidas que es adorar a Dios, desarrollar nuestro rol en la Iglesia y servir a la comunidad en la que vivimos.
Creemos que Dios quiere sanarnos y transformarnos para poder vivir vidas saludables y bendecidas a través de las cuales podamos ayudar a otros de manera más efectiva.
Creemos que nuestro destino eterno en el cielo o en el infierno depende de nuestra respuesta al Señor Jesucristo.
Creemos que el Señor Jesucristo volverá como prometió.