“Comenzando con Samuel, cada profeta habló acerca de lo que sucede hoy en día. Ustedes son los hijos de esos profetas y están incluidos en el pacto que Dios les prometió a sus antepasados. Pues Dios le dijo a Abraham: “Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de tus descendientes”.
Hechos 3:24-25 NTV
¿Alguna vez has plantado un árbol? Nadie planta un árbol y pretende que dé fruto al instante, sino que entendemos que tiene que haber un proceso de crecimiento en el que ese fruto a menudo no es obvio, pero está en gestación.
Como cristianos muchas veces vamos a sembrar en vidas, temporadas, instituciones y situaciones donde no vamos a obtener un fruto de manera inmediata, pero aun así estamos llamados a sembrar. Y lo podemos hacer confiando en un Dios de generaciones, que no se olvida de promesas pasadas ni de todo lo que otras personas hicieron para que hoy podamos reunirnos como iglesia.
Dios bendijo a la tierra por la fe que Abraham tuvo en él. Por la semilla de fe de Abraham, esa promesa de Dios alcanzó a generaciones enteras y abrió un camino que se describe en las genealogías de los evangelios de Mateo y Lucas, concluyendo con la llegada de Jesús a la tierra.
Me encanta pensar que semana tras semana al hacer iglesia y llevar las buenas nuevas de Jesús a los que no lo conocen podemos vivir una vida que bendice a otros. Incluso si tal vez no lleguemos a ver todo lo que Dios seguirá haciendo a través de su Iglesia, te animo a que podamos vivir una vida sembrando árboles cuyos frutos puedan alcanzar a generaciones futuras.
Oración: Dios Padre, danos fe y visión para poder sembrar hoy para lo que tu quieres hacer en esta tierra. Gracias por permitirnos ser parte de una familia que desde milenios atrás bendice tu nombre. Ayúdanos a seguir sembrando en su futuro. En el nombre de Jesús, amén.
Nov 24 2022
