“No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar”.
Mateo 6:19-20 NTV
¿Qué es para ti sembrar en el reino de Dios?
Este pasaje que acabas de leer es parte de lo que llamamos el Sermón del Monte, que contiene muchas enseñanzas de Jesucristo a sus seguidores. Es interesante que Jesús no le huye al tema de las riquezas sino que lo incluye y nos guía en este tema también.
La riqueza material era importante para el pueblo de Israel, ya que a menudo se la consideraba una señal de la bendición de Dios y la recompensa por obedecerle. Pero la acumulación de riqueza por sí misma es engañosa, porque uno puede encontrar en el tesoro material una falsa sensación de seguridad o una evaluación inexacta de su propia espiritualidad. Por eso Jesús nos anima a no almacenar tesoros en la tierra. Muchas veces queremos conservar y nos aferramos a cosas que están sujetas a los efectos destructivos de la vida en un mundo caído. La polilla, el óxido y los ladrones representan esas fuerzas que hacen que los tesoros terrenales disminuyan de valor y finalmente sean destruidos.
Por otro lado Jesús dice: “Almacena tus tesoros en el cielo”. Y si Jesús nos anima a sembrar en el cielo es porque es posible. Debemos recordar que él nos enseñó a orar para que venga su reino, por ende, desde hoy podemos sembrar en él y así empezar a almacenar tesoros en el cielo estando aún aquí en la tierra. Y lo podemos hacer a través de la iglesia, de la predicación del Evangelio, viviendo una vida generosa y llena de amor tal como Jesús lo hizo.
Oración: Jesús, ayúdame a vivir cada día sembrando en lo eterno, en tu reino y no en lo perecedero. Que pueda tener la confianza y la visión para vivir de manera generosa para la gloria de tu nombre y para que tu voluntad se siga haciendo aquí en la tierra como en el cielo. Amén.