Le amáis a pesar de no haberle visto; y, aunque no le veis ahora, creéis en él y os alegráis con un gozo indescriptible y glorioso. – 1 Pedro 1:8 (NVI)

Nehemías revela un asombroso secreto de la vida: ¡El gozo del Señor es tu fortaleza! El gozo es algo mucho más profundo que la felicidad, que puede subir y bajar. El gozo es una combinación de paz, prosperidad y bienestar, una sensación interna de que todo está bien, respaldada por la certeza de que, sobre todas las cosas, Dios tiene el control. El gozo profundo a menudo acaba rebosando en forma de felicidad, pero no depende de lo que suceda a nuestro alrededor.

Hermanos míos, consideraos muy dichosos cuando tengáis que enfrentaros con diversas pruebas, pues ya sabéis que la prueba de vuestra fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que seáis perfectos e íntegros, sin que os falte nada. – Santiago 1:2-4 (NVI)

El gozo no depende de nuestras circunstancias. Se basa en una confianza inquebrantable en Dios y la confianza de que Él obra y dispone todo para nuestro beneficio y madurez. Es precisamente por eso que nuestro gozo es el blanco del enemigo y la razón por la que debemos protegerlo con mucho cuidado.

En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante gozo y su extrema pobreza, abundaron en rica generosidad. – 2 Corintios 8:2 (NVI)

Las iglesias de Macedonia estaban pasando por grandes pruebas y aflicciones y, sin embargo, su gozo y expresión de generosidad eran abundantes. La generosidad y el gozo tienen una relación única: la generosidad alimenta el gozo y el gozo alimenta la generosidad.

El mundo de los generosos se hace cada vez más grande; el mundo del tacaño se hace cada vez más pequeño. El que bendice a otros es abundantemente bendecido; los que ayudan a otros reciben ayuda.
– Proverbios 11:25 (MSG)

Ten en cuenta que el diablo intentará robar tu generosidad para así matar tu impacto y destruir tus promesas, y si el enemigo consigue robar tu generosidad, logrará minar y debilitar tu vida. Una persona tacaña por fuera está atada por dentro; la tacañería es la evidencia de un corazón que no está bien. Lo he visto miles de veces. Las dos primeras cosas que desaparecen cuando la gente no está bien son su gozo y su generosidad.

Una mirada y actitud generosas son la evidencia del gozo interno. Te animo a protegerte y aferrarte a tu gozo y generosidad porque cuando te comprometes a ser generoso, tu vida se desborda con un gozo indescriptible.
El gozo es el asunto más serio del cielo. – C. S. Lewis