Juan 21:4-6
Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dijo: “Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado?” “No.” respondieron ellos. Y él les dijo: “Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca.” Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces.
A veces, los mayores milagros de Dios en nuestra vida no son tanto el resultado externo sino el cambio interior que requieren y producen en nosotros. Pedro, al igual que nosotros muchas veces, intentaba encontrar la respuesta a su frustración y necesidad en el lado erróneo de la vida, llevándole a un esfuerzo sin fruto y a un corazón cansado. Jesús entra en escena y de la misma manera que a Pedro, hoy pronuncia sobre ti: “Hijo, busca en el otro lado.Busca en mi lado, a mi manera y en mi Nombre todo cuanto necesitas y hasta ahora no has logrado hallar.” No fue el lado de la barca, sino el cambio de corazón lo que hizo que sus redes se llenaran. Si hoy estás dispuesto a cambiar, a dejar de lado el orgullo y buscas en Su lado, no hay duda de que tus redes serán llenas porque Dios trabaja con corazones humildes y vidas dispuestas a seguir su voz.
Cree en milagros. ¡Tira tus redes!