Entonces, ¿qué debemos hacer en lugar de preocuparnos? “Confiad en el Señor por completo”, dice Proverbios 3:5 (TPT), ‘y no confiéis en vuestras propias opiniones. Confía con todo tu corazón en Él para que te guíe, y Él te guiará en cada decisión que tomes”. Sin embargo, la confianza, en cualquier relación, se construye conociendo a alguien y pasando tiempo con esa persona. Cuanto más tiempo pases con Dios, más aprenderás a confiar en Él en tu vida, tus decisiones y tu futuro.

Jesús nos enseña en Mateo 6:33 (NTV): “Buscad el reino de Dios por encima de todo lo demás y llevad una vida justa, y él os dará todo lo que necesitéis”. En otras palabras, haz de tu relación con Dios tu máxima prioridad. Un buen lugar desde el que empezar es pasando tiempo diario con Él a primera hora de la mañana antes de encender el teléfono y recibir todas las noticias y notificaciones.

Jesús nos invita a llevarle nuestras preocupaciones (una palabra clave aquí para todo lo que nos agobia) directamente a Él: ‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. [Aliviaré y calmaré y refrescaré vuestras almas]’. (Mateo 11:28 AMPC). La promesa no es eliminar todos los factores estresantes de nuestras vidas. La promesa es ayudarnos con todo lo que le traigamos; aliviarnos cargando el peso de nuestras cargas; refrescarnos y volver a abastecernos de energía para que podamos seguir hacia adelante.

Este hábito diario de quitarnos un peso de encima en la compañía de Dios tiene el inmenso beneficio de recordarnos que el Señor está en el proceso con nosotros y que tiene el control total de nuestras vidas. La verdad es que Dios está con nosotros, por nosotros y habita en nosotros, y ser conscientes de ello lo cambia todo.

Seguir a Jesús se trata de vivir en estrecha relación y unión con Él. Colosenses 2: 6–7 (TPT) es un gran recordatorio de lo que esto significa: “¡De la misma manera que recibiste a Jesús, nuestro Señor y Mesías por fe, continúa tu camino de fe, progresando más en tu unión con Él! Tus raíces espirituales penetran profundamente en Su vida a medida que eres continuamente llenado de fortaleza, y animado en todos los sentidos. ¡Porque estás establecido en la fe que has absorbido y enriquecido por tu devoción a Él!”

Estar profundamente arraigado en Jesús te ayudará a permanecer firme en la fe: fuerte, inamovible e inquebrantable. Y ese es el objetivo, en lugar de creer un minuto y dudar al siguiente, que es una forma muy inestable de vivir marcada por altibajos todo el tiempo (ver Santiago 1:6–8). De hecho, Jesús les dice a sus discípulos en Marcos 11:22 (AMPC): ‘Tened fe en Dios [constantemente]’. Y esta es la mejor manera que conozco para mantener la preocupación a raya.

Versículos:
Proverbios 3:5
Mateo 6:33
Mateo 11:28
Colosenses 2:6–7
Santiago 1:6–8
Marcos 11:22