MENU
Eres perdonado.Nunca he dejado de amarte.
Esas fueron las palabras de Jesús a Pedro en un diálogo lleno de amor y nuevas oportunidades. Y ese ha sido siempre el mensaje de Dios hacia el ser humano; un mensaje poderoso y eterno que no cambia con el paso del tiempo y sigue siendo capaz de trasformar vidas como ningún otro. Si te gustaría saber más sobre esta historia de amor eterno que cambió la vida de Pedro y hoy puede cambiar la tuya, te invitamos a que puedas visitarnos durante alguna de nuestras reuniones los domingos o a que contactes con nosotros. Estaremos encantados de contestar a tus preguntas y resolver todas tus dudas sobre este Jesús que lo entregó todo en una Cruz por amor a ti.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único Hijo, para que todo aquel que cree en él, no muera, sino que tenga vida eterna.
¡Estás Invitado!
Ven a nuestras reuniones
Selecciona tu ciudad y obtén toda la información.
Un nuevo comienzo...
Cuando hablamos de estar completos o ser salvos nos referimos a someternos a Dios, a su plan y propósito para nuestras vidas.
Es cambiar nuestros viejos caminos para volver hacia Jesús, pidiéndole que perdone nuestros pecados y nos dé nueva vida en Él.
Romanos 10:9 dice que “Si declaras con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.”
La salvación es el regalo gratuito de Dios que nos convierte en sus hijos. Es una aceptación irrevocable a la familia de Dios y el empoderamiento para vivir la vida total y plenamente con el propósito de reflejar a Dios al resto de su creación.
Si no tienes la seguridad completa de estar bien con Dios o sabes que necesitas a Jesús en tu vida, puedes elegir seguirlo ahora mismo haciendo esta oración de entrega de tu vida a Jesús.
“Jesús, hago esta oración porque sé que he hecho mal al vivir sin ti. Lo siento y confío en que me perdonarás. Acepto tu amor y gracia para mí y te pido que seas mi Señor. Ayúdame a creer en ti y a amarte todos los días, y ayúdame a mostrarle al mundo cómo eres y cuán grande es tu amor.
Amén.”
¡Felicidades! Al orar estas palabras con un corazón rendido a Jesús acabas de empezar el viaje más importante que jamás emprenderás: el viaje de seguir a Jesús.
Si acabas de entregar tu vida a Jesús, háznoslo saber haciendo clic en la siguiente dirección. ¡Queremos ayudarte!